Por Humberto Tobón y Tobón
La Directora Nacional de Planeación, Carolina Rentería, ha dado a conocer la noticia más importante de la década: La ocurrencia del “milagro colombiano”, consistente en que durante los cuatro últimos años el 11% de la población se volvió rica, debido a que gana por lo menos 460 dólares al mes. En otras palabras hay un 11% menos de pobres.
La funcionaria también ha dicho, sin sonrojarse, que el ingreso del 20% de los ciudadanos más ricos se disminuyó en el 8%, en contraste con el 50% de los más pobres que vieron cómo sus alforjas crecían un 36%. O sea, que el crecimiento económico fue a parar a manos de los pobres y que los “pobres ricos” de la construcción, las telecomunicaciones, la banca, los automotores y las manufacturas apenas sí se beneficiaron un poquito con el buen comportamiento del PIB.
La señora Rentería, con una serenidad pasmosa, cuenta que en general el ingreso de los nacionales dentro del país creció un 18% durante los últimos cuatro años, sin que explicara el efecto de la reforma laboral que le quitó a los trabajadores horas extras y recargos nocturnos.
En su cara no se produjo ningún rictus cuando dijo que el estudio de la Misión para la Erradicación de la Pobreza y la Desigualdad se realizó en once ciudades y no explicó por qué no se incluyó en esa investigación al departamento del Chocó, donde según la Defensoría del Pueblo murieron 37 niños de hambre en los últimos meses.
En su exposición no hizo contrastaciones con el aumento del nivel de desempleo revelado por el DANE, ni se refirió al anuncio de Bienestar Familiar de que en la Costa Atlántica y el Eje Cafetero, entre el 45% y el 60% de los niños están desnutridos. Tampoco hizo alusión al informe de la Superintendencia de Servicios que reconoce que el 53% de la población colombiana no tiene acceso a agua potable.
Su expresión fue de alegría al afirmar que la pobreza en Cartagena se redujo en el 67%. Cartagena es un larguísimo cordón de miseria, donde la gente no tiene empleo, ni servicios públicos, ni vías pavimentadas, ni familias integradas, ni educación para los niños.
Para la señora Rentería no tienen ninguna importancia la desnutrición, el desplazamiento, la ausencia de saneamiento básico, el desempleo y la marginalidad social en el cálculo de la pobreza colombiana. Lo sustancial para ella era dividir las utilidades obtenidas por la economía entre 41 millones de personas y afirmar que ahora hay 1,2 millones de nuevos ricos en el país.
Y además, la funcionaria estuvo movida por un ánimo patriótico: defender al presidente Uribe y mostrar que sí hay política social y que no son ciertas las clasificaciones internacionales que dicen que Colombia es uno de los países con mayor desigualdad en el mundo.
4 comentarios:
Señor Tobón, buenos días Le escribo porque a raíz del informe sobre pobreza presentado por Planeación Nacional, estamos trabajando un artículo sobre la situación que vive Pereira en este sentido. Veo, por sus escritos, que usted podría colaborarme con información sobre el particular, ya que estamos tratando de localizar el tema con opiniones no sólo del gobierno central y municipal sino con otras personas que puedan hacer un análisis sobre las cifras recientemente publicadas. Por eso le agradezco si a través de este medio me puede enviar sus teléfonos para ponernos en contacto y llamarlo para concretar una cita entre hoy y mañana o ya sea vía telefónica.
Muchas gracias
excelente y oportuna nota. Gracias,
Humberto: Muy bueno el articulo y muy oportuno para nuestra Campaña. Gracias,
Bueno, muy bueno!!"!
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