miércoles, 24 de noviembre de 2021

TAMAYO VARGAS: DOS AÑOS EXITOSOS EN MEDIO DE LA ADVERSIDAD

 Los estragos de la pandemia en Risaralda se ven claramente reflejados en un aumento de la pobreza, en la que están atrapados aquellos que se encontraban en la línea de vulnerabilidad. Miles de empleos se perdieron por la paralización o clausura de las actividades productivas y comerciales. Dos millares de familias risaraldenses lloran la muerte de sus seres queridos por efectos del virus. La tragedia social de la Covid 19 es angustiante, mientras la economía apenas sí está dando muestras de una recuperación lenta.

A la crisis generada por la pandemia, se unió una protesta social que frenó en gran medida el aparato productivo de la región, y una larga temporada de lluvias ha dañado importantes tramos de la infraestructura vial y productiva a lo largo y ancho el departamento.

Estos tres problemas no han sido óbice para que el gobernador Víctor Manuel Tamayo siga aplicando su experiencia y los recursos técnicos y económicos a su disposición, para ejecutar un plan de desarrollo basado en la innovación social y productiva, que le permitirá a Risaralda desatar sus potencialidades y avanzar a toda velocidad por la autopista de la competitividad.

La pandemia obligó a que los recursos públicos del departamento tuvieran que concentrarse, durante un tiempo, en atender la emergencia social y apostarle, con toda decisión, a evitar que la enfermedad se saliera de control, ofertándoles, de paso, ayudas a las familias para que paliaran algunas de sus preocupaciones y necesidades básicas.

El gobernador Tamayo, diestro en el trabajo comunitario, puso en operación una estrategia que ha ayudado a que miles de familias en los catorce municipios, puedan sobrellevar su tragedia económica y evitar que el hambre los apesadumbre.

En el informe de gestión del segundo año del gobernador Víctor Manuel Tamayo, se descubre que ha logrado mantener vigentes sus prioridades de promover el crecimiento del departamento, sin quitarle el pie al acelerador de los proyectos que apuntan a superar la crisis social

Sus resultados son muy positivos en viabilizar el campo; convertir el turismo en un sector líder de la economía; abrirle espacio a la innovación por la vía de la investigación científica; recuperar el hospital San Jorge de la terrible crisis financiera que atravesaba; estrechar los lazos con el sector empresarial; ofertarles nuevamente a los jóvenes de los municipios la posibilidad de estudiar en la educación superior y, respaldar iniciativas de pequeños y medianos productores.

Pero sus dos grandes triunfos se deben a su persistencia. Cada obstáculo que le pusieron en el camino, tratando de minarle su ánimo, sirvió para que forzara el paso. Esos triunfos son el hospital de alta complejidad que ya tiene asegurados $0,6 billones y que empezará a construirse en 2022; y la obtención del control, junto con el Valle del Cauca, del peaje de Cerritos II, que permitirá realizar inversiones en los dos departamentos por cerca de $1,2 billones, que cubrirán 300 kilómetros de infraestructura vial.

Víctor Manuel Tamayo ha enfrentado con éxito la adversidad.



martes, 16 de noviembre de 2021

MHEO ACUMULA SIETE PREMIOS DE PERIODISMO SIMÓN BOLÍVAR

 El periodista pereirano Mario Hernando Orozco, ganó este martes su séptimo premio nacional de periodismo Simón Bolívar, en la categoría de Caricatura.

Orozco, quien se firma Mheo, es una de las figuras más emblemáticas del humor periodístico colombiano. Aunque no es una vedette de los medios, no genera escándalos, ni está en las portadas de las revistas, sí es el caricaturista más incisivo, más demoledor, más profundo y mejor informado del periodismo colombiano. No en vano sus siete premios Simón Bolívar y otros varios, entre ellos, el que otorga el Círculo de Periodistas de Bogotá.

Su paso por grandes medios de comunicación como Cambio 16, El Tiempo y Semana, le han permitido afilar el lápiz. Pero donde ha logrado su éxito periodístico ha sido en El País de Cali, para el que trabaja desde hace casi dos décadas. Además, desde hace un par de años innovó el mundo de la caricatura, al introducir en El Espectador la videocaricatura, que le permite en menos de diez segundos contar una historia más detallada y más aguda.

Con Mheo me une una amistad de hace treinta años. Fue muy joven cuando se vinculó a nuestros proyectos editoriales en Gente y Página 12. Se motivó a estudiar periodismo y comunicación social y, posteriormente, compartimos aulas en la maestría de Estudios Políticos en la Universidad Javeriana de Cali.

Este nuevo premio, le llega a Mheo en la madurez de su carrera, en un momento en el cual se está repensando y renovando. Ha entrado con fuerza al mundo editorial y es acogido por importantes empresas nacionales. Además parte de su tiempo lo dedica a la cátedra de Humor Gráfico en la Universidad Tecnológica de Pereira.

No se equivocó la Alcaldía de Pereira cuando le impuso hace tres años la condecoración Orden Cruz de Los Fundadores, por ser el pereirano más destacado y reconocido de la nueva generación de periodistas.

Felicitaciones para su esposa Pilar Castillo, una destacada diseñadora de modas e Isabela Orozco, becaria universitaria en Paris.  En esta familia anida la creatividad.


miércoles, 10 de noviembre de 2021

ESTA GENERACIÓN SERÁ MÁS POBRE QUE LA DE SUS PADRES

Estábamos acostumbrados a que cada nueva generación fuera más exitosa que la anterior, porque tenía acceso a más educación, más ingresos, más oportunidades de acumular riqueza, mejor tecnología, más información, mejor medicina y alimentos más nutritivos. Todo esto gracias a la ciencia, la investigación, la innovación y las oportunidades que brindaba el modelo económico. Sin embargo, para la actual generación, parece que acceder a muchos de esos beneficios ya no aplica de manera tan generalizada y directa.

Aunque el desarrollo es evidente, las innovaciones científicas siguen su marcha y la economía crece, sus coberturas se han reducido, dejando por fuera amplios sectores de jóvenes, que no logran acercarse a los niveles de calidad de vida conquistados por sus padres, quienes ya habían avizorado que algo no tan bueno estaba por ocurrirles a sus hijos, pues aparecían señales poco halagüeñas en el panorama socioeconómico.

Es indudable que hoy los jóvenes tienen que hacer un esfuerzo mucho más grande y más prolongado para obtener los activos que sus padres conquistaron en menor tiempo y con más facilidad. Esta situación se debe a que el acceso al mercado laboral se ha reducido drásticamente, creando una situación de desempleo, que en la población joven puede ser el 50% más alto que el promedio general, y donde las mujeres enfrentan una desocupación muy superior a la de sus pares masculinos en todos los rangos de edad. Esto es común en varios países europeos y en casi toda Latinoamérica.

Aunque nuestros jóvenes están mejor formados académicamente que sus padres, son más avezados en el manejo de la tecnología y acumulan más años de formación, el poder adquisitivo de sus ingresos es muchísimo menor, lo que hace que deban aplazar, por ejemplo, la posibilidad de adquirir una vivienda para cuando tengan una edad superior a la que lo lograron sus progenitores.

El hecho de no tener empleo, o tenerlo mal pago, y no contar con los recursos necesarios que les brinde estabilidad financiera, hace que se demore cada vez más la formación de una familia y, por consiguiente, optan por aplazar o rehuir a la procreación.

Tenemos, en efecto, una generación llena de frustraciones e inseguridades sobre su futuro, lamentándose de las pocas probabilidades de la mayoría de ellos de poder obtener, por lo menos, lo que lograron sus padres a su misma edad. Una de esas cosas es no lograr, aunque sí lo quieren, emanciparse de sus padres, dado que muchos de ellos siguen viviendo en la casa de estos, e incluso recibiendo su ayuda económica.

Aunque los jóvenes están ahí presentes, pareciera que la sociedad no los valora lo suficiente. Los hemos vuelto invisibles e innecesarios. Los estamos desechando sin haber aprovechado sus potencialidades. Con muy pocas excepciones, ellos están sufriendo de desigualdad generacional.

Las consecuencias de este marginamiento de los jóvenes se traducirán en sociedades menos desarrolladas, poco dinámicas, con bajo recambio generacional y con profundas desconfianzas hacia la institucionalidad pública y privada. 




miércoles, 3 de noviembre de 2021

NO TIENEN DERECHO A FRACASAR

 Se reúnen en Glasgow los mandatarios de los países del mundo para discutir sobre el clima. Esta cumbre tiene la condición de ser definitoria para el futuro de la vida en el Planeta, por lo cual a ellos no les asiste el derecho a fracasar. Deben tomar las decisiones adecuadas, oportunas, con metas verificables y recursos técnicos, tecnológicos, científicos y financieros suficientes.

Sin embargo, las primeras de cambio no resultaron tan satisfactorias. Algo que se está volviendo normal. Los gobernantes de las 20 naciones más ricas, reunidas en Roma, dijeron que estaban de acuerdo con que el incremento del clima no puede ser superior a 1,5 grados centígrados, tomando como punto de partida el inicio de la revolución industrial, pero no hubo compromisos vinculantes. Sólo una buena foto, muchas sonrisas y ninguna concreción.

Si no hay decisiones de fondo, la tierra irá indefectiblemente hacia una catástrofe provocada por el cambio climático, que sólo dejará destrucción y muerte. Los jefes de gobierno saben las consecuencias de no actuar ya. Lo han advertido los científicos y lo gritan en las calles de todo el mundo los líderes ambientalistas y millones de personas, especialmente jóvenes, que relaman por un futuro seguro y un entorno no contaminado.

Las decisiones que se esperan, tienen que ver con los aportes económicos de las naciones ricas, especialmente aquellas que se han desarrollado técnica y económicamente, sobre la base de contaminar con combustibles fósiles. No es una dádiva, sino una compensación por los daños causados y una indemnización a los países que tienen derecho a desarrollarse, usando las mismas fuentes de energías, pero que ya sin posibilidad de hacerlo.

También se aguarda el anuncio urgente de que antes de 2040 no se utilizará ni el petróleo ni el carbón como combustibles, y que se adoptarán fuentes de energías limpias y seguras, cuyas tecnologías deberán ser puestas a disposición de las naciones menos desarrolladas. Es la única forma de frenar la espiral contaminante de gases de efecto invernadero.

Es esencial que se apruebe un lineamiento general para frenar la deforestación, muy especialmente en el Amazonas, donde la destrucción de los bosques es tan acelerada, que afectará el equilibrio climático del mundo. Declararle la guerra a los deforestadores y sancionar a los países que permitan esta práctica, son actos de responsabilidad que no se pueden pasar por alto.  

Controlar la cría de ganado vacuno, gran generador de gas metano; frenar las actividades productivas en los picos nevados y en los páramos; declarar como áreas protegidas todas las cuencas altas de los ríos; prohibir la práctica del fracking; reconvertir a motores eléctricos todos los vehículos de servicio público antes de 2030; controlar la guerra química, entre otras muchas acciones, demostraría que sí hay voluntad universal de salvar el planeta de una hecatombe, que podría poner en riesgo la existencia de la especie humana, especialmente si la temperatura aumenta por encima de 2,5 grados antes de finalizar este siglo.