jueves, 3 de febrero de 2022

ORGULLOSO DE SER RISARALDENSE

Risaralda cumple 55 años de vida política y administrativa, tiempo que le ha permitido ir consolidándose como uno de los departamentos más competitivos del país, gracias a las inversiones públicas realizadas en su infraestructura de vías y servicios básicos, así como en la construcción y operación de centros educativos y hospitales, además de escenarios culturales y deportivos; y a las inversiones privadas que se han materializado en nuevas empresas, varias de las cuales son emblemáticas a nivel nacional.

Los avances acumulados de Risaralda le permiten ser calificado como el quinto departamento más competitivo de Colombia. Destaca su segunda posición nacional en el entorno para los negocios, lo cual ha impulsado la llegada de empresas privadas, algunas de ellas con presencia en los mercados internacionales, a través de una oferta diversificada tanto en mercados como en canasta exportadora; y con una demanda de mano de obra, que ha contribuido a evitar un mayor deterioro de los índices de empleo.

El departamento conserva una fuerte dinámica en cuanto a la pequeña y mediana empresa, que es el sustento de la economía tanto en la zona metropolitana como en la generalidad de los municipios, donde también se imponen los emprendimientos familiares.

Risaralda es tercera en Colombia en los temas de innovación y dinámica empresarial dentro del ecosistema innovador, debido a la interacción entre el gobierno territorial, el capital privado y la academia.

Destaca el departamento en la adopción de las tecnologías de la información y las comunicaciones en el sector productivo y académico y en el gobierno digital. Así mismo, ocupa el cuarto lugar en el país en mejoramiento de la oferta de salud, presionada en gran medida por las inversiones de emergencia efectuadas desde 2020 y que ayudan a la modernización científica de los hospitales y la vinculación de más personal médico.

Las finanzas territoriales gozan de buena salud, lo que soporta una planeación de mediano y largo plazo, especialmente en temas relacionados con la inversión social.

Sin embargo, estos once lustros no han sido suficientes para superar ciertos problemas que afecta el desarrollo. Uno de ellos, es el poco progreso experimentado por la mayoría de los municipios del occidente de Risaralda, que acumulan un rezago en las variables que explican el bienestar humano, especialmente por los niveles de pobreza que sufren las poblaciones campesinas y étnicas. A esto se agregan las escasas opciones laborales de los jóvenes y las mujeres, lo que incita a la migración hacia municipios como Pereira y Dosquebradas.

El desarrollo futuro de Risaralda está condicionado por la necesidad de incrementar las inversiones públicas en estos territorios, lo cual sólo es posible con un compromiso serio y consistente del gobierno nacional, una actitud propositiva del equipo parlamentario, una mejor estructuración de proyectos por parte de las administraciones públicas y una decidida interacción de carácter regional para seguir mejorando la competitividad y la productividad.

En este nuevo aniversario del departamento, me siento orgullosamente risaraldense.