lunes, 24 de septiembre de 2018

UN PRESIDENTE APAGANDO INCENDIOS


Resultado de imagen para duque y carrasquilla¿Cuál es la razón para que el presidente Iván Duque tenga que salir a los apagar los incendios provocados por sus ministros? La respuesta es simple, aunque muy preocupante: no hay un discurso oficial sobre los asuntos más críticos del Estado. Y esta situación incentiva a que cada alto funcionario asuma como quiera la solución de los temas que son de su incumbencia, apresurándose cada quien a dar declaraciones públicas sin contar con el beneplácito del Presidente.

Muchas de las declaraciones de los ministros y otros funcionarios han tenido que ser corregidas  por el Presidente. Qué desgaste!!!  Y lo peor, que en cada una de estas actuaciones queda la sensación de que no hay un gobierno unificado y que la improvisación es la reina de la fiesta.

El ministro de Hacienda hizo anuncios sobre la reforma tributaria y amenazó con la aplicación universal de impuestos a la canasta familiar. Las reacciones políticas y sociales fueron bastante negativas para la imagen del gobierno. Ante semejante panorama, el Presidente tuvo que descalificar esos anuncios, con el fin de bajarle temperatura al debate.

El ministro de Defensa se pronunció contra la protesta social e hizo acusaciones sin sustento sobre una financiación ilegal de las movilizaciones ciudadanas. Esto generó duras críticas al gobierno, especialmente en momentos en los cuales los niveles de violencia contra los líderes de derechos humanos han llegado a límites desconocidos en los últimos quince años. El Presidente salió a corregir a su Ministro y a anunciar que el gobierno respeta el derecho social a la protesta y a la movilización.

La ministra de Minas reveló que avanza la planeación de proyectos sobre la explotación petrolera a través de la técnica del fracking, provocando un descontento entre organizaciones ambientalistas y líderes de opinión, que tienen la convicción que esta modalidad de fractura de rocas con agua a presión combinada con químicos, representa una tragedia ambiental de grandes proporciones, que ya ha sido prohibida en varios países desarrollados. El Presidente intervino para apaciguar los ánimos, anunciando que no hay decisiones sobre el tema, y sus críticos le recordaron que durante la campaña electoral él se mostró contrario al fracking.

La ministra de Justicia contó sobre los propósitos de la reforma a la justicia, la modificación de la tutela y la persecución a los consumidores de alucinógenos. Sus explicaciones crearon una confusión tal, que tanto los magistrados como la ciudadanía pidieron claridades, pero la ministra, según sus propias palabras “se trabó” y no fue capaz de dar respuestas adecuadas. El Presidente debió aclarar muchas dudas para salvar la situación.

La ministra de Gobierno radicó proyectos de ley sobre el tema de corrupción, pero se advirtieron errores y “micos”, que obligaron a retirar una iniciativa, demostrando improvisación, haciendo que el Presidente tuviese que ajustar su discurso y apresurarse a respaldar plenamente la Consulta Anticorrupción, en contravía de su mentor el senador Uribe y la posición de su partido el Centro Democrático.

El embajador en Estados Unidos dijo en rueda de prensa que el gobierno colombiano no descarta la intervención militar contra Venezuela, originando críticas entre la mayoría de los países del sistema interamericano. El Presidente corrió a aclarar públicamente que su gobierno es antibelicista y no intervencionista, y que busca un acuerdo multilateral para encontrar la mejor salida posible a los problemas que viven los ciudadanos y la democracia venezolana.

El presidente Iván Duque debería tomarse el tiempo necesario para hablar con sus ministros y funcionarios del más alto nivel y darles indicaciones sobre cuáles son sus posiciones respecto a los temas más cruciales del país. Esto ayudaría a mejorar la comunicación con los ciudadanos y evitar estas confusiones, que le están costando aceptación entre la opinión pública.

UN AÑADIDO: ¿Alguien sabe cómo se está construyendo el Plan Nacional de Desarrollo para los próximos cuatro años? ¿Cuáles son los temas? ¿Cuáles son los espacios de participación social? ¿Las regiones tendrán opciones de opinar?

lunes, 17 de septiembre de 2018

MARÍA FERNANDA LANZA FUEGO AMIGO DESDE EL CENTRO DEMOCRÁTICO


La senadora María Fernanda Cabal está muy dolida con el tratamiento que un sector del uribismo le dio a su marido, Pepe Lafaourie, durante el proceso de elección de Contralor General de la República, en el cual fue rechazado por una aplastante mayoría al interior del Centro Democrático.

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Su resentimiento no respeta liderazgos internos. Y claramente confirma que hay roces al interior de su partido y se desliga de las posiciones del senador Álvaro Uribe, cuando en entrevista con El Tiempo asegura que creo que él (Uribe) siente una gran responsabilidad de que a este gobierno le vaya bien. Esa es la opinión de él en cuanto a que no se formen grupismos. Yo le diría que esos grupismos se forman precisamente por la permanencia de una cúpula (militar) que ya cumplió su tarea”.

Sobre este tema de la cúpula militar, Uribe reprendió y desautorizó públicamente a la senadora Cabal y desmarcó al Centro Democrático de sus críticas contra el generalato. Pero no todos comparten la posición del expresidente. Regionalmente hay líderes que apoyan a la senadora valluna, como el exalcalde de Pereira, Álvaro Ramírez, quien en una columna de opinión en El Diario, afirmó La franqueza y el lenguaje de la senadora María Fernanda Cabal, me cautivan. Su valor civil y la manera de enfrentar los problemas, es original y la presenta notable frente a sus compañeros”.

Adicionalmente, ella, que representa una de las alas más derechistas del CD, reclama para sí y sus seguidores espacios burocráticos, cuando dice que es importante que este gobierno recoja a las personas que tienen las mejores calidades desde nuestro partido y no las deje por fuera. Esa es una crítica constructiva que le hemos hecho”. Y a renglón seguido lanza una afirmación contundente: “él (el presidente Duque) y su equipo tienen que darse cuenta de que allí no llegaron gratis, que trabajamos todos, que todos conseguimos votos, que dimos nuestro tiempo, que le pusimos pasión y nos la jugamos para que ellos ganaran”.

La parlamentaria estrella del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, representa la incomodidad de la mayoría de los congresistas, quienes no tienen cuota de poder en el alto gobierno, pero no se atreven a levantar su voz por un temor reverencial al senador Uribe.

Aunque el discurso público de los uribistas apunta a rechazar la denominada “mermelada”, cada uno de los senadores y representantes anda con una gallete en la mano, esperando una untadita de esa mermelada, que para ellos no sería tan tóxica.

La ira del uribismo con el gobierno del presidente Duque se exacerbó al conocer una publicación de La Silla Vacía, en la que se comprueba que una porción muy importante de los funcionarios de los Ministerios, tanto los que están en Bogotá como en los territorios, no sólo siguen en sus puestos, sino que serán ratificados. Además, que muchos funcionarios cercanos al expresidente Santos han sido llamados a formar parte del nuevo gobierno.

El Centro Democrático se mantuvo cohesionado y obediente al expresidente Uribe durante los ocho años de gobierno de Santos. Pero ahora que accedieron al poder, aspiran tener cargos burocráticos y cupos de contratación en sus regiones. Sus líderes locales están reclamando espacios y oxígeno económico.

La senadora Cabal se está posicionando como una contradictora de mucho peso al interior del CD. Lidera un importante grupo de congresistas. Ya no tiene el tradicional respeto por su jefe el senador Uribe. Quiere hacer valer haber sido la quinta votación de su partido en el Senado. Será, sin duda, quien dispare fuego amigo contra el presidente Iván Duque, que no movió un solo dedo para ayudarle a Pepe en su aspiración hacia la Contraloría General.

martes, 11 de septiembre de 2018

PEREIRA DEBE MODERNIZAR SU ORDENAMIENTO TERRITORIAL A PARTIR DEL AEROPUERTO MATECAÑA

Resultado de imagen para aeropuerto matecañaHe venido estudiando con mucha dedicación los asuntos urbanos y con especial énfasis los relacionados con las ciudades sostenibles.  Y en ese devenir me encontré con un concepto que se ha posicionado desde el punto de vista de la planeación: La Aerotrópolis, que explica la trascendental importancia que tienen los aeropuertos en la vida social y económica de las ciudades.
Hoy no es posible concebir una gran ciudad, sin que ella esté ligada indefectiblemente a un aeropuerto, que es el epicentro de la actividad económica, porque sirve para canalizar el comercio, fortalecer los servicios, exportar los frutos del conocimiento, intercambiar tecnologías e incentivar los encadenamientos productivos. Algunos planificadores urbanos han adoptado el término "Ciudad con alas", para destacar lo sustancial de la actividad aérea en la economía moderna.

Infortunadamente, en Colombia y especialmente en las ciudades intermedias, los aeropuertos son vistos simplemente como terminales de pasajeros y de carga, pero desconectados de la dinámica económica y alejados de los intereses sociales. El aeropuerto local va por un lado y la economía va por otro. La plataforma aeroportuaria no es tenida como un conector de desarrollo y mucho menos como el epicentro del ordenamiento territorial.

Las Aerotrópolis parecen estar destinadas a las grandes ciudades. Atlanta en Estados Unidos acoge en su aeropuerto Hartsfield-Jackson a cerca de 110 millones de pasajeros/año. O qué tal lo que ocurre en Dubai, Madrid, Tokio, Chicago, Los Ángeles y Londres, cada uno con cerca de 80 millones de pasajeros. En estos grandes espacios hay bancos, oficinas, hoteles, museos, salas de conferencias y de cine, poderosas marcas comerciales, restaurantes de lujo, casinos, bares, canchas deportivas, gimnasios, vestuarios, parques con amplias zonas verdes, vías espaciosas y edificios de parqueo.

La ciudad, si quiere desarrollarse adecuadamente e ir construyendo un futuro promisorio, debe instalar su infraestructura cerca del aeropuerto, donde se encuentren inversionistas y trabajadores, importadores y exportadores, compradores y vendedores, fábricas, áreas comerciales, centros de investigación, lugares para la recreación, hoteles  y  universidades.

Como simple referencia, en Qatar se está construyendo el denominado Aeropuerto-Ciudad para atender los requerimientos del Mundial de Fútbol en 2022 y allí se podrán albergar a 200 mil personas. Y para no ir muy lejos, en México DF se construye una Aerotrópolis en una extensión de 400 hectáreas, donde interactuarán 180.000 personas diariamente, y allí estarán ubicadas las pistas de aterrizaje, terminal aérea, autopistas, centros comerciales, parques industriales, espacios para el disfrute público y hoteles.

Por todas estas características, la zona donde esté instalado el aeropuerto no puede ser un espacio deprimido urbanísticamente, pues es el sitio de ingreso a la urbe y marca de una vez la percepción de los viajeros sobre cuál es la dinámica socioeconómica con que se encontrarán.

Revisando el caso de Pereira, es loable el esfuerzo desarrollado por los gobiernos de Israel Londoño y Juan Pablo Gallo de promover Planes Maestros Aeroportuarios, que permiten, entre otras cosas, el mejoramiento de la seguridad aérea y la construcción de una terminal moderna.

Sin embargo, el Aeropuerto local no tiene ganado un espacio preeminente en el ordenamiento territorial, lo que es una lástima, pues se desestima su trascendencia como detonador del desarrollo e impulsor del crecimiento.

Sobre el Aeropuerto Matecaña deberían girar los grandes esfuerzos de delinear un modelo urbanístico que cobijara espacios tan importantes como los interconectados por las avenidas 30 de Agosto y de Las Américas; los lotes del Batallón San Mateo, antiguo zoológico y parque de la Vida; Universidades, áreas deportivas y recreacionales; la vía de Nacederos; parques industriales y zonas francas; y espacios comerciales y habitacionales en la jurisdicción del corregimiento de Cerritos.

La interconexión vial, el modelo productivo de las áreas de influencia, la protección ambiental y el aporte al PIB local, por ejemplo, son aspectos que deberían ser tratados con especial atención por los distintos estamentos de la ciudad.

Los pereiranos nos sentimos orgullosos de nuestro Aeropuerto. Y tenemos por qué estarlo. Pereira cambio drásticamente su rumbo y empezó a evidenciar un desarrollo inusitado, desde el momento en que fue puesto en operación el Matecaña (1947).

En 2020, muy seguramente, Pereira tendrá la oportunidad de tener un aeropuerto renovado en la infraestructura física de su terminal y con una importante modernización de sus equipos de aeronavegabilidad. Pero su trascendencia no puede quedar ahí.  Debemos tener presente que el aeropuerto es un catalizador de la modernidad urbana, influenciando los más diversos sectores de la producción y potenciándolos para crear una economía sólida.

La plataforma aeroportuaria nos debe acercar a los mercados, facilitar los negocios e impulsar los intercambios de todo tipo en menos tiempo y con altos niveles de seguridad y eficiencia. Estamos a tiempo de actuar para lograr que el aeropuerto sea el eje del ordenamiento urbano de Pereira.


*Economista, comunicador social y experto en finanzas y planeación ambiental. Actualmente, Gerente de consultoría y asesoría técnica de LOAR Consultoríaa Estratégica SAS.