sábado, 26 de mayo de 2007

EL AGUA Y LOS CONFLICTOS POLITICOS

Por Humberto Tobón y Tobón

Durante las diferentes cumbres mundiales relacionadas con el medio ambiente, siempre ha surgido la crisis del agua como un tema central en las discusiones. Producto de ello se han firmado acuerdos tendientes a reducir entre 2000 y 2015 el número de personas con carencia de agua potable e instalaciones sanitarias básicas. En otras palabras, se pretende asegurar agua para 1.000 millones de personas, o sea, incorporar al sistema de abastecimiento a 182.000 diariamente. Las inversiones iniciales se calculan en $12.000 millones de dólares anuales a nivel mundial, lo que deja claro que la crisis se puede superar si hay buenos gobiernos comprometidos con políticas eficientes en favor de este recurso.

Sin embargo, los resultados de esos acuerdos multilaterales se han quedado en retórica, pues en el primer lustro del siglo XXI no se tomaron las decisiones políticas necesarias para romper la tendencia creciente de la contaminación del agua y la caída de su oferta. “En los últimos 25 años no se ha alcanzado prácticamente ninguno de los objetivos trazados para mejorar la gestión de los Recursos Hídricos” (ONU)

Es evidente un alto grado de desinterés de la mayoría de los dirigentes mundiales por la ocurrencia de esta crisis del agua, la que según las Naciones Unidas gravita sobre el planeta y causará grandes penurias a las personas que viven en los países en vía de desarrollo.

La carencia del liquido se ha extendido a tal velocidad, que incluso afecta a aquellos países con grandes reservas, que no las pueden consumir dados los altos niveles de contaminación y la imposibilidad económica para enfrentar la potabilización.

Esta realidad política que encierra el tema del agua, tendrá repercusiones drásticas en todo el mundo, al punto de disminuir la capacidad de muchos países para alimentar a las familias y prevenir daños en su salud.

El abastecimiento cada vez menor, unido al crecimiento constante de las ciudades por la presión de un número mayor de habitantes, ha llevado a que muchos analistas consideren que es posible que se desate un conflicto mundial para tener el dominio de las fuentes de agua. El botín ya no sería el petróleo.

En la comunidad internacional es claro que el agua sirve como un arma estratégica en términos políticos y económicos. La siguiente historia es muy ilustrativa: Turquía realiza grandes proyectos hidroeléctricos utilizando las aguas del Tigris y el Éufrates y no le permite a su vecino Irak (aguas abajo) acceder fácilmente al líquido si este no le oferta petróleo a bajo precio. Dicho de una manera más clara: si hay petróleo barato se permite que las aguas fluyan. Si aquello no sucede, simplemente se represa el caudal de esos dos importantes ríos.

Los ríos que tienen más posibilidades de convertirse en focos de hostilidad son aquellos que no garantizan la mínima cantidad de agua para satisfacer toda la demanda y, además, que no están regulados por tratados relacionados con la distribución equitativa del líquido entre los países que hacen parte de una misma cuenca. Los ejemplos más sobresalientes de esos posibles focos son: Ganges, Nilo, Jordán, Tigris-Eufrates, Amy Dar’ya y Syr Dar’ya.

Naciones Unidas ha alertado sobre la necesidad de que los políticos y la sociedad civil se enteren sobre cuáles son las causas de la crisis, para que tomen mejores decisiones, pues si eso no ocurre, este recurso se volverá más escaso, costoso y centro neurálgico de conflictos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por eso los norteamericanos preparan desde ahora la invasión a la Amazonía, enseñando desde hoy para que no haya recato moral en su futura dirigencia... Además, qué funcionales resultan las Farc, los paracos, la narcopolítica y la guerra para construir el escenario ideal... Si no recuperamos lo público y la política en esta Colombia manejada por bandidos, apague y vámonos!

Anónimo dijo...

hombre humberto, porque no hacemos el trabajo para recuperar a risaralda, no es hablar solo en estas paginas, es tambien opinar sobre lo que hace nuestra mal llamada clase dirigente, no solo politicos, sino tambien gremios y quienes lo representan, porque al final es lo mismo