jueves, 4 de octubre de 2007

IMPACTOS NEGATIVOS DEL CONSUMO EN EL MEDIO AMBIENTE

El nivel, la intensidad y la calidad del consumo inciden negativamente sobre el medio ambiente, ya que presionan la sobreexplotación de los recursos, agotan las materias primas y generan una cantidad cada vez mayor de residuos sólidos, cuyo tratamiento se dificulta por la utilización de elementos de tardía descomposición, degradando el suelo y las fuentes subterráneas de agua por los lixiviados, así como a la atmósfera por los malos olores que produce la acumulación de gases, las quemas y las descargas de CO2 provenientes de las fuentes móviles y fijas.
El consumo se ve presionado inicialmente por las necesidades de supervivencia de la población. Por lo tanto, el crecimiento poblacional es fuente contaminadora y depredadora, pues ante más habitantes se consumen más recursos y se eliminan más residuos. El hecho de que la población mundial se haya triplicado en los últimos 80 años, implicó cambios sustanciales en los sistemas productivos, teniéndose que introducir la biotecnología y la manipulación genética para ofrecer respuestas en términos de tiempo y cantidad de alimentos al creciente número de personas. Sin embargo, esos indudables avances científicos crean ambientes naturales dañinos, que le están restando capacidad regenerativa a la tierra, empobreciendo los suelos y acabando con gran parte de la diversidad alimenticia.
La gran paradoja surge del hecho que a pesar de los excepcionales avances en producción de alimentos, cerca de 1.000 millones de personas que viven en la indigencia y que habitan básicamente los países más pobres no tienen acceso a la comida, lo que deja al descubierto un problema aterrador: hay alimentos pero no una racional distribución, lo cual se debe analizar como un fenómeno cargado de implicaciones políticas y económicas. Las propias organizaciones mundiales relacionadas con los temas alimenticios, aceptan que cerca del 17 por ciento de la comida se pierde por mala manipulación y por deformaciones en el mercado, cantidad suficiente para evitar que hubiese hambre en el planeta.
El mayor nivel de consumo se concentra en el 25 por ciento de la población mundial, que mayoritariamente vive en las naciones más ricas. La capacidad de compra de estas sociedades son las que han motivado la individualización, la diferenciación y la exclusión. Las teorías relacionadas con las tendencias consumistas de las elites han impulsado no sólo el surgimiento de exclusivas agrupaciones sociales sino avances tecnológicos sin precedentes en alimentos, empaques, vestidos, electrodomésticos, sistemas satelitales, muebles, materiales de construcción, etc., casi todos muy agresivos y desafiantes con la capacidad de absorción de la naturaleza.
La realidad también muestra que el 58 por ciento de personas tienen un nivel medio de consumo de artículos que le brindan satisfacciones a sus necesidades básicas, sin acercarse a las ostentosas cifras de los más ricos. Mayoritariamente este grupo vive en las naciones subdesarrolladas, cuyos principales activos tienen que ver con la producción y provisión de materias primas, especialmente biomasicas. La mayoría de sus residuos son dañinos para el entorno natural.
El desaforado aumento de consumidores (ostentosos o no) genera impactantes cifras de residuos, cuya gestión aun se enfrenta a dificultades técnicas y operativas que la ciencia no ha sido capaz de solucionar y frente a las cuales los gobiernos son totalmente ineficientes. Si se parte del hecho que hay una generación de basura diaria per cápita de 300 gramos (incluyendo en el cálculo de la media a una sexta parte de la población hambrienta) se producen en el mundo 1.8 millones de toneladas métricas de residuos, de las cuales son recuperables para que reingresen al sistema productivo poco menos del 15 por ciento. Ahí está de cuerpo presente uno de los más graves problemas de la actualidad: ¿qué hacer con semejante cifra diaria de residuos? Algunas propuestas se dirigen a disminuir el nivel de consumo, a evitar la producción de artículos que no se degradan, a reducir los envases y artículos desechables, y a aplicar altos impuestos para productos que requieran reposición como baterías, aceites y llantas.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Humberto, tus articulos son muy interesantes. Muchas gracias por compartirlos. En realidad yo dicto clases en una universidad y estos articulos son bastante interesantes para discutirlos con los estudiantes.
Cordialmente,
Beatriz Miranda

Anónimo dijo...

Buenos días Humberto, he leido su artículo sobre IMPACTOS NEGATIVOS DEL CONSUMO EN EL MEDIO AMBIENTE. Muchas gracias por permitirme conocer sus importantes reflexiones sobre un tema que que como éste, debe comprometer la responsabilidad de toda la humanidad.

Anónimo dijo...

Doctor Tobon:
Cruda realidad la que presenta en su nota. Se imagina la situcion en 20 años cuando la actual poblacion este practicamente duplicada?.
Gracias y le recuerdo que la semana ambiental efectivamente iniciara el 6 de noviembre.
Hasta pronto,

Anónimo dijo...

Los habitos de consumo son cada vez más preocupantes, pero mucho más con los materiales que se usan como empaques que se han convertido en imposibles de degradar. Para este tema debe haber una solución completa.

Anónimo dijo...

hola sr. humberto tobon, conoce del tema, y si, en verdad es
preocupante el aumento dramatico de la poblacion humana y de los
reciduos de su actividad, en el articulo es de mi parecer que el
problema fundamental es ¿que hacer con los desperdicios? , todos los
seres que pueblan la tierra producen desperdicios, pero la naturaleza
a encontrado la forma de reutilizar estos, claro que no podemos
esperar a que la naturaleza resuelva este nuestroproblema , pero si
podriamos copiar la forma en que la naturaleza actua y meter estos
residuos de tal forma que la naturaleza los pudiera reutilizar, los
residuos organicos en lugares con terrenos aridos, por ejemplo o
tambien se podria utilizar los avances cientificos y crear bacterias
u otro de esos seres especializados en desintegrar la materia y
especializarlos en desintegrar materiales como serian los plasticos y
hacer que estos seres solo se reproduzcan en un determinado habitat y
ser cuidadosos con su manejo, aunque un manejo descuidado reduciria
en gran manera el uso de tecnologia y podria provocar que la especie
humana tan acostumbrada a los materiales de nese tipo entrara en
crisis y disminuyera dramaticamente su numero, pero eso no es lo que
le preocupa, y con respecto a la mala distribucion de los alimentos ,
solo la especie tiene la respuesta , se podrian crear mas ymas
numerosas organizaciones que cuando un producto no pudiera ser
llevado al mercado por incosteabilidad, le dieran a los productores una indemnizacion moderada por sus productos y estas transportaran los productos a zonas donde son de importancia tan capital cpomo poder sobrevivir y asi aparte de que disminuirian los desperdicios ,
que tanto le preocupan, se podria alimentar a aquellas gentes que
padecen de hambre, espero que usted pudiera conectar al problema con la solucion usando su inteligencia plecara y su gran cantidad de
conocimientos. saludos.

Anónimo dijo...

Gracias por escibirme.
El artículo muestra una cruda realidad que ya había escuchado, o mejor he deducido del diario vivir, si eso es con tantos millones de humanos que no comen , ¿qué sería si todos comieran?Cuál es la solución para ayudar a recuperar el paraiso que necesitamos para vivir felices?Volover al estado de naturaleza? Avasnzar en la racionalización del homre y la mujer para que se conviertan en seres sencibles, que miren la convivencia de una manera sistemica , es decir con el hombre, el animal y la naturaleza y la cuiden para bien de todos y todas los seres vivos y no vivos.