En una presentación tranquila, respetuosa, austera y
detallada, el gobernador de Risaralda, Víctor Manuel Tamayo, hizo la exposición
de su informe anual de gestión. El balance es bastante positivo en temas
sociales, económicos y de infraestructura. Es evidente que el esfuerzo
administrativo ha sido grande y aplaudido por líderes de opinión, según se
destaca en reciente encuesta nacional de la empresa Cifras y Conceptos.
En el campo social, el compromiso del gobernador Tamayo, es
indiscutible. Ha estado presente, durante toda su gestión, al lado de los
sectores más débiles, marginados y vulnerables. Sus programas de alimentación,
por ejemplo, responden a una necesidad especialmente crítica, que se traduce en
que cerca de una cuarta parte de los risaraldenses consumen dos o menos comidas
al día.
La crisis social originada por la pandemia de la Covid 19,
el desempleo, los fenómenos climáticos y la inflación, ha llevado a que muchas
familias requieran del auxilio del Estado, una situación que no es exclusiva de
la región o el país, sino que también ocurre en las naciones desarrolladas,
donde los gobiernos han tenido que implementar planes masivos para rescatar del
hambre a muchos de sus ciudadanos.
El gobernador Tamayo tiene, además, un plus en las
decisiones de acompañamiento, respaldo y financiación de proyectos, tanto en
las zonas rurales como urbanas, beneficiando a los pequeños empresarios. Los
campesinos gozan de una especial atención, impulsando la asociatividad y la
presencia en mercados importantes del país y el extranjero. Los emprendedores
urbanos, por su lado, empiezan a tener visibilidad comercial e importantes
resultados en sus actividades creativas.
El trabajo emprendido por el Gobernador, desde cuando se
desató la pandemia, en pro de mantener activas las empresas, brindándoles
opciones para acceder a los beneficios de la administración central y
acercándolos al sistema financiero con tasas de interés de fomento, sirvieron
para contener, en parte, el desempleo y la clausura de actividades productivas.
Un aspecto a destacar, es la inversión que se ha realizado
con recursos propios o a través de la gestión ante las entidades nacionales, en
el mejoramiento de la infraestructura vial y construcción y adecuación de
escuelas, colegios y canchas deportivas. Las acciones han beneficiado a todo el
departamento y han llegado a sitios que no habían tenido la oportunidad de ser
parte de los servicios sociales y públicos del Estado.
El trámite de iniciativas a través de recursos de regalías y
el respaldo de la clase política, permiten que se hayan asegurado las partidas
para la construcción del hospital regional de alta complejidad, uno de los proyectos
más importantes en materia de salud en el centro-occidente del país.
El apoyo a los procesos de regionalización, la vinculación
de las organizaciones étnicas, las políticas de respeto y equidad con las
diferentes creencias religiosas y tendencias sexuales, la protección de los
derechos de niños, niñas y adolescentes y el trato responsable a los adultos
mayores, hablan bien de un gobierno que ha cumplido, a pesar de las grandes di
dificultades que ha tenido que sortear por causas externas.
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