El sábado en la noche el periódico El
Espectador publicó una noticia en la que denunciaba que la Secretaría de
Gobierno de Bogotá culpó a Rosa Elvira Cely de su propia muerte. Los términos
de la argumentación oficial ante una demanda interpuesta por la familia de
Cely, no podían ser más indignantes. Una infamia de marca mayor.
Luego de 11 horas de publicada la
información, y ante una impresionante avalancha de críticas a través de las
redes sociales, el alcalde Peñalosa emitió un comunicado indicando que se debía
rectificar y revisar el concepto jurídico de la Secretaría de Gobierno.
La reacción del Alcalde de Bogotá fue
bastante tardía y permitió que los indignados ciudadanos lo atacaran a través
de todos los medios de comunicación, especialmente de Twitter.
Pero la peor parte la llevó Miguel
Uribe Turbay, Secretario de Gobierno, quien reaccionó 18 horas después de
haberse publicado la noticia, y 7 horas más tarde que su jefe el Alcalde le
ordenara rectificar.
Los ataques contra Uribe Turbay
fueron despiadados en las redes sociales. Los insultos se vinieron en cascada.
Y la exigencia que más se le hizo fue que renunciara.
El Secretario de Gobierno dio cabida
con la actuación de su equipo jurídico y su propia incapacidad para reaccionar
a tiempo ante una noticia que indignó a la casi totalidad de ciudadanos, a que
lo pusieran contra las cuerdas y lo crucificaran públicamente. Lo más
impactante, es que nadie salió en su auxilio.
Uribe Turbay dijo que él no conocía
el concepto y que la responsable de este tema ya había presentado su renuncia.
La explicación exacerbó los ánimos. La gente no aceptó sus excusas, y le
recordaron un tuit que él publicó a finales de 2015 en contra del entonces
alcalde Petro: “El Alcalde traslada su
responsabilidad de gobernar y culpa a terceros por sus desaciertos o poca
gestión”.
Adicionalmente, la editora judicial
de El Espectador, Diana Durán, le dio un mentís a las disculpas del Secretario
de Gobierno sobre el presunto desconocimiento que tenía sobre el tema, y en
twitter afirmó “Sr @MiguelUribeT: a su of. de prensa se le indicó con precisión de
qué era el tema. No mienta en mi nombre, x favor”. El periódico comunicó desde
el jueves pasado a la Secretaría de Gobierno que publicaría la información.
Este grave incidente afecta mucho más
la imagen del alcalde Peñalosa, que en las últimas encuestas acumula una
opinión negativa cercana al 60%. Deja muy mal parado a Miguel Uribe como
ejecutivo. Y abre la discusión sobre la capacidad profesional, el sentido común
y el humanismo de los funcionarios que están al servicio del Distrito.
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