Pereira es una ciudad importante, sin ninguna duda, que ha
tenido la mala suerte de haber elegido gobernantes ineficientes, que retrasaron
el crecimiento económico y afectaron gravemente el desarrollo social.
Pero como ningún mal es eterno, nuevos aires empezaron a
soplar sobre la ciudad capital de Risaralda.
El economista Juan Pablo Gallo empezó a despachar como
Alcalde de Pereira, luego de haber obtenido una votación histórica, que lo deja
con la capacidad de maniobra suficiente para adelantar un gobierno incluyente y
eficaz.
El Cambio que ofreció ha despertado la mayor expectativa que
se recuerde entre los ciudadanos de Pereira, que padecieron años de
ineficiencia e improvisación administrativa.
Los pereiranos esperan de su Alcalde que sea capaz de recuperar
la gobernabilidad pública; demuestre que es posible liderar un gobierno sin
corrupción; y trabaje por el bienestar de los más pobres.
Antes de finalizar su cargo, la vitoreada alcaldesa de
Barranquilla, Elsa Noguera, hizo un balance muy pormenorizado de su gestión y
de las grandes inversiones que realizó. Pero dejó una banderilla muy bien
puesta en su exposición: “el consejo que les doy a los nuevos gobernantes, es
que trabajen primordialmente por los derechos de las personas más pobres”.
Y esa frase cae como anillo al dedo para el caso de Pereira,
que tiene indicadores preocupantes de pobreza, especialmente relacionados con el
nivel de los ingresos de las familias, la calidad de la vivienda que ocupan, el
acceso a la educación inicial de los niños, la nutrición que reciben y la
atención en salud que se oferta.
Es evidente que el alcalde Gallo tiene preocupaciones mayúsculas
sobre el estado de las finanzas públicas y ciertos contratos de obra pública.
Pero su gestión debe estar orientada a liderar prioritariamente un proyecto de inclusión
social, que tenga como propósito básico la lucha contra la pobreza, el hambre y
la inequidad. Seguramente será así.
De otro lado, el equipo de gobierno que escogió ha sido bien
recibido. Gran parte de él no tiene experiencia en asuntos de la administración
pública, pero seguramente aprenderán rápido. Sin embargo, el problema del
Cambio no radica en quienes figuren en la nómina oficial, sino qué modelo de
gobierno se va implementar, qué proyectos que se van a ejecutar, qué alianzas
se van a concretar, qué nivel de relacionamiento social se va a tener, y cuál
será el nivel de eficiencia y gobernabilidad se va a alcanzar.
COMPLEMENTO. Me gustó
muchísimo el nombramiento de Gloria Inés Acevedo Arias como Secretaria de
Planeación de Pereira. Ella, con seguridad, le devolverá la importancia y la
dignidad a este cargo. Su formación académica y su experiencia administrativa
le van a permitir asistir técnicamente al Alcalde y liderar un excelente plan
de desarrollo.
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