Los pereiranos no han ocultado su indignación
con los resultados de los últimos tres gobiernos, en los que el Partido de la
Unidad Nacional ha jugado un papel trascendental, especialmente el senador
Carlos Enrique Soto, quien ya recibió un aviso perentorio de los ciudadanos locales
en las elecciones de marzo pasado, pudiendo salvar apretadamente su curul
gracias a votos de otras regiones.
Esa indignación se ha traducido, también, en un
rechazo casi unánime contra la gestión del alcalde Enrique Vásquez, que acumula
únicamente el apoyo del 18% de los ciudadanos. Además, todas las encuestas
destacan que el exalcalde Israel Londoño, quien aspira nuevamente a llegar a
esa posición por el partido de la U, no logra superar el 22% de intención de
voto.
Es paradigmático que los habitantes de Pinares
y Los Alamos estén pidiendo el mismo cambio que están clamando los residentes
de Villa Santana y El Dorado. No es casual que la gente de Cuba y del Centro
estén convencidas de que Pereira no puede seguir por el camino que el Partido
de la U le ha impuesto durante doce largos años, tiempo durante el cual los
indicadores de desarrollo humano, las cifras de crecimiento económico y los índices
de progreso social, han tenido retrocesos reales que se evidencian en la pobreza,
la miseria, el desempleo, la marginalidad, la inseguridad, el caos en la
movilidad, la pérdida de espacio público, la ingobernabilidad y la percepción
de un manejo inadecuado de la cosa pública.
Todos los análisis, todas las encuestas, todas
las sensaciones y la mayoría de los propósitos apuntan a que Pereira votará por
el Cambio, o sea, elegirá al liberal Juan Pablo Gallo como Alcalde de la
ciudad, para que intente entre 2016 y 2019 recomponer el camino que destruyeron
los alcaldes de la U. Tiene buenas ideas plasmadas en un programa de gobierno
realizable, mensurable y ajustado a la realidad económica e institucional que
vive Pereira. Además, podrá acudir, sin mayores problemas, a las instancias
nacionales en busca de apoyo técnico y financiero para los proyectos nodales
del desarrollo local.
En esa tarea de recuperar a Pereira del
desastre en que la deja el Partido de la U, tendrá la compañía desde el Concejo
de Jaime Duque García (L – 10), una joven figura del liberalismo, que se
destaca por su compromiso con la ciudad, para lo cual se ha preparado técnica y
académicamente. En él, la ciudad tiene una importante reserva para los próximos
años, en el propósito de seguir afincando el cambio que tanto requerimos.
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