En una porción del Partido Liberal se asegura que Gallo
tiene un poder electoral sin parangón en la historia reciente de Pereira y que
eso será suficiente para hacer que su prohijado, Carlos Maya, sea su sucesor en
Pereira. ¿Será cierto?
Juan Pablo Gallo es un alcalde popular y cuenta con una
buena imagen construida con base en su histrionismo.
El mito de su poder electoral ha calado entre unos
políticos ingenuos, que creen ciegamente lo que les dicen, pues no se ponen en
la tarea de cotejar la realidad de los resultados de las elecciones. Si lo
hicieran, aterrizarían de emergencia y despertarían del hechizo. Aquí les
ayudamos con esa tarea.
Gallo ganó la alcaldía en unas elecciones donde el número
de votos válidos pasó de 174.325 en 2011 a 202.469 en 2015. Esto significó un
aumento de 28.144 nuevos votantes.
El actual alcalde recibió el respaldo oficial de la
mayoría de los partidos y movimientos políticos en contienda, excepto Partido
de la U, Cambio Radical y Mira, que acompañaron a Israel Londoño. Tampoco estuvo
con él el Polo. El amplio respaldo a Gallo surgió de un movimiento de “Todos
contra Soto”.
¿Cuántos de los votos que eligieron a Gallo estaban o no amarrados
a un partido o movimiento político? ¿Cuántos votos fueron conquistados gracias
a su imagen personal y su propuesta política?
Miremos las cuentas: Para el Concejo de Pereira, cuyas elecciones se
realizaron el mismo día que las de Alcalde, los movimientos que terminaron
respaldando a Gallo lograron 105.856 votos, en tanto el candidato sumó 126.708
votos. La diferencia fue de 20.852 votos.
Alguien podrá decir, entonces, que la mayoría de los
nuevos votantes (28.144) en las elecciones de 2015 llegaron a las urnas porque
apareció el nombre de Gallo y que ese es el denominado “voto independiente”. Parece
que la ecuación no es así.
La coalición que acompañó al candidato Israel Londoño
(contendor de Gallo) sumó en sus listas para Concejo de Pereira 68.598 votos,
mientras el candidato logró 58.734 votos. Esto quiere decir que se deslizaron
9.864 sufragios de donde Londoño para donde Gallo.
Luego de estos cruces, quedan en el aire 10.988 votos que
no votaron por las listas para Concejo de ninguno de los partidos en contienda,
pero que sí aparecen sumados a Gallo. Y estos sí podría decirse que son votos
logrados por el candidato gracias a su irrupción en la campaña.
Pero hasta aquí no se ha respondido íntegramente el interrogante
sobre cuál es el verdadero poder electoral del alcalde Gallo. Y la respuesta se
encuentra en la siguiente elección: la de Congreso de la República 2018.
El Partido Liberal venía de lograr 32.553 votos en su
lista para Concejo de Pereira en 2015. Y en la lista para Cámara de
Representantes en 2018 acumuló en Pereira 36.819 votos, o sea, un crecimiento
de 4.266 votos en tres años en la misma circunscripción electoral, aunque en
distintas corporaciones.
De otro lado, en las elecciones para Cámara de Representantes
en 2018, el Partido Liberal obtuvo un aumento de 17.700 votos con respecto a
2014, cuando esta colectividad acumuló 19.119 votos para la Cámara.
Esta aritmética podría concluir que Gallo tiene un
potencial electoral en Pereira cercano a los 17.000 votos y ello se comprobaría
con lo siguiente: En 2014 el liberalismo no tenía alcaldía y el representante
Diego Patiño, que logró una curul en la Cámara, obtuvo 11.865 votos. En 2018,
con Gallo como alcalde, Patiño sumó 11.593 votos (cifra muy parecida a la de cuatro
años antes), mientras que el aspirante Juan Carlos Reinales, patrocinado desde
la Alcaldía, alcanzó 17.120 votos, un número casi igual que el ascenso de la
votación liberal en esta corporación[1].
Este importante número de votos que presumiblemente tiene
en su haber el alcalde Gallo en Pereira, representa alrededor del 18% de lo que
necesita un candidato para ganar la alcaldía de la ciudad en octubre próximo, algo
así como un piso de 95.000 votos. Y partiendo del hecho, poco probable, que
todo el liberalismo respalde al candidato Maya, el aporte de este Partido no
sería superior al 38% de los votos requeridos.
En conclusión, Juan Pablo Gallo es un elector importante,
pero insuficiente para poner las mayorías, lo cual implica que deba hacer negociaciones
muy onerosas, todas contra los recursos del fisco municipal, para conseguir el
apoyo necesario para Carlos Maya, un candidato que parte en la carrera hacia la
Alcaldía sin acabar de convencer a sus propios correligionarios y con números
en rojo en las preferencias electorales, según las encuestas.
[1] NO se hace el análisis para los votos que
obtuvo Carlos Humberto Isaza, candidato inicial del alcalde Gallo para el
Senado, porque en la recta final de la campaña, la decisión fue dividir los
respaldos electorales con el conservador Sammy Meregh. Isaza al final obtuvo en
Pereira 15.770 votos, la mayoría de los cuales fueron producto del trabajo del
representante Diego Patiño Amariles.
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