Su resentimiento no respeta liderazgos internos. Y
claramente confirma que hay roces al interior de su partido y se desliga de las
posiciones del senador Álvaro Uribe, cuando en entrevista con El Tiempo asegura
que “creo que él (Uribe) siente una gran
responsabilidad de que a este gobierno le vaya bien. Esa es la opinión de él en
cuanto a que no se formen grupismos. Yo le diría que esos grupismos se forman
precisamente por la permanencia de una cúpula (militar) que ya cumplió su
tarea”.
Sobre
este tema de la cúpula militar, Uribe reprendió y desautorizó públicamente a la
senadora Cabal y desmarcó al Centro Democrático de sus críticas contra el
generalato. Pero no todos comparten la posición del expresidente. Regionalmente
hay líderes que apoyan a la senadora valluna, como el exalcalde de Pereira,
Álvaro Ramírez, quien en una columna de opinión en El Diario, afirmó “La franqueza y el lenguaje de la senadora María Fernanda
Cabal, me cautivan. Su valor civil y la manera de enfrentar los problemas, es
original y la presenta notable frente a sus compañeros”.
Adicionalmente,
ella, que representa una de las alas más derechistas del CD, reclama para sí y
sus seguidores espacios burocráticos, cuando dice que “es importante que este gobierno recoja a las
personas que tienen las mejores calidades desde nuestro partido y no las deje
por fuera. Esa es una crítica constructiva que le hemos hecho”. Y a renglón seguido lanza una afirmación
contundente: “él (el presidente Duque) y
su equipo tienen que darse cuenta de que allí no llegaron gratis, que
trabajamos todos, que todos conseguimos votos, que dimos nuestro tiempo, que le
pusimos pasión y nos la jugamos para que ellos ganaran”.
La
parlamentaria estrella del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, representa
la incomodidad de la mayoría de los congresistas, quienes no tienen cuota de
poder en el alto gobierno, pero no se atreven a levantar su voz por un temor
reverencial al senador Uribe.
Aunque
el discurso público de los uribistas apunta a rechazar la denominada “mermelada”, cada uno de los senadores y
representantes anda con una gallete en la mano, esperando una untadita de esa
mermelada, que para ellos no sería tan tóxica.
La
ira del uribismo con el gobierno del presidente Duque se exacerbó al conocer
una publicación de La Silla Vacía, en la que se comprueba que una porción muy
importante de los funcionarios de los Ministerios, tanto los que están en
Bogotá como en los territorios, no sólo siguen en sus puestos, sino que serán
ratificados. Además, que muchos funcionarios cercanos al expresidente Santos
han sido llamados a formar parte del nuevo gobierno.
El
Centro Democrático se mantuvo cohesionado y obediente al expresidente Uribe
durante los ocho años de gobierno de Santos. Pero ahora que accedieron al
poder, aspiran tener cargos burocráticos y cupos de contratación en sus
regiones. Sus líderes locales están reclamando espacios y oxígeno económico.
La
senadora Cabal se está posicionando como una contradictora de mucho peso al
interior del CD. Lidera un importante grupo de congresistas. Ya no tiene el
tradicional respeto por su jefe el senador Uribe. Quiere hacer valer haber sido
la quinta votación de su partido en el Senado. Será, sin duda, quien dispare
fuego amigo contra el presidente Iván Duque, que no movió un solo dedo para
ayudarle a Pepe en su aspiración hacia la Contraloría General.
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