Durante veinte meses, la dirección de la Corporación
Autónoma Regional de Risaralda ha sido liderada a través de una funcionaria
encargada, porque no ha sido posible nombrar un director en propiedad.
Pero los problemas se vuelven más complejos, al saberse que
en el actual periodo legal, la institución ha sumado cuatro directores, lo que
tiene en serio cuestionamiento la seriedad del manejo de los asuntos legales y
la eficacia técnica de la entidad.
La que era una Corporación emblemática regional y
nacionalmente, pasó a ser una entidad diezmada por escándalos de corrupción,
nombramientos amañados, toma burocrática y una estrategia legal para evitar que
se nombraba un Director que pudiera líderar el proceso de recuperación
institucional.
El próximo lunes se citó al Consejo Directivo para elegir
Director de la CARDER. Hay 55 nombres que llenan los requisitos. De ellos, dos
profesionales son los que han logrado despertar el mayor interés entre los
consejeros. Uno de ellos es Julio César Gómez, quien ya ocupó la dirección de
la Corporación, destacando su capacidad de gestión y de ejecución. El otro es
Francisco Uribe Gómez, quien fue jefe de Planeación de la CARDER durante veinte
años y fue el encargado de liderar varios de los proyectos más emblemáticos en
materia ambiental, entre ellos la internacionalización de la Corporación.
Ojalá sea posible que la CARDER tenga un Director en
propiedad, que pueda reorientarla administrativa, operativa y financieramente
y, por encima de todo, que logre recuperar la credibilidad institucional y la
confianza de los ciudadanos.
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