viernes, 20 de noviembre de 2020

FABIO ALFONSO LÓPEZ LIDERÓ LA TRANSFORMACIÓN DE PEREIRA

 

El gobernador de Risaralda, Víctor Manuel Tamayo, le impuso la Gran Cruz de Risaralda en grado de Caballero a Fabio Alfonso López Salazar, por sus contribuciones al desarrollo del departamento y por haber liderado importantes causas políticas, administrativas, cívicas y empresariales.

El ingeniero López Salazar ha sido protagonista de los acontecimientos más importantes del desarrollo de Pereira en los últimos once lustros. En la función pública tuvo la ocasión de ejercer como alcalde de Pereira en dos ocasiones. Su primera impronta fue el diseño de un modelo de planeación para la ciudad, que permitió guiar la gestión administrativa durante varias décadas y servir como referente para la priorización de la inversión.

Su aporte se materializó, así mismo, en la apertura de nuevos espacios físicos que ayudaron a Pereira a acelerar el desarrollo urbanístico y dar un salto en términos de crecimiento. Por ejemplo, la construcción de la avenida 30 de agosto entre el aeropuerto y Belmonte, le ayudó a la ciudad a extender sus límites urbanos y a permitir que se pudiera iniciar una frenética actividad constructora en lo que hoy se conoce como Gamma y La Villa, además de ayudar a la conectividad con Cerritos y el norte del Valle del Cauca.

Haber iniciado la pavimentación de la vía San Joaquín – Alcalá, le abrió a Pereira inmensas posibilidades de desarrollo urbano, además de brindarles a los cafeteros de esa zona, poder transportar con mayor seguridad sus cosechas. Y como si fuera poco, esta carretera facilitó el intercambio comercial con municipios de los departamentos del Quindío y Valle.

En el largo listado de realizaciones de Fabio Alfonso López Salazar, hay dos obras esenciales: la ampliación del aeropuerto Matecaña, con lo cual la ciudad empezó a tener una mayor proyección nacional y la construcción de la Planta de Tratamiento La Corea, que garantizó que las familias y las industrias contarían con un servicio de acueducto permanentemente.

El Diario publicó una nota donde dio cuenta de la gran cantidad de proyectos que lideró López Salazar, especialmente relacionados con la infraestructura vial y de servicios públicos, que lo ponen en la condición de ser el Alcalde que más obras ha diseñado y ejecutado.

Estos plausibles resultados de su gestión administrativa, los alcanzó gracias a su innata habilidad para tejer relaciones públicas al más alto nivel, incluso, por encima de los intereses partidistas.

Se le reconoce, además, que desde su posición como alcalde, representante a la cámara y senador, impulsó a un grupo de profesionales jóvenes, a quienes vinculó a la actividad pública, y que luego se convirtieron en líderes sociales, empresariales y políticos que ayudaron a consolidar el desarrollo de Pereira.

El sector constructor, el gremio cafetero y la actividad periodística, lo tuvieron como animador de varios de los más emblemáticos proyectos de inversión que se han realizado en la capital de Risaralda. Sin duda, el verbo que mejor define a Fabio Alfonso López Salazar es el de Hacer.



miércoles, 11 de noviembre de 2020

APLACAR TEMPESTADES Y PROMOVER LA UNIDAD

El mundo asistió asombrado al anuncio de la decisión del presidente Donald Trump de abandonar el Acuerdo de Paris sobre cambio climático. Fue impactante saber que él autorizaba la explotación de hidrocarburos en áreas de protección ambiental. Prestó oídos sordos a las propuestas de frenar la producción de automóviles con motor a gasolina.

Trump no se fue por las ramas y puso a Estados Unidos por fuera de la Organización Mundial de la Salud, en plena pandemia de Covid 19. Acercó a los más fieros contradictores de Estados Unidos y se alejó del multilateralismo y especialmente de Europa. No le dio ninguna importancia a América Latina y se apoderó del BID.

El presidente Trump reniega de los científicos y los militares norteamericanos, promulga el racismo, no cree en los procesos de paz y odia a los migrantes.

A pesar de esta nefasta lista, Trump aumentó en ocho millones de votos su cauda electoral, frente a lo conseguido en 2016. Una situación asombrosa, que demuestra la profunda división social y política que se vive en Estados Unidos.

La llegada de Biden-Harris es asumida por el mundo libre como una esperanza de que será posible vivir sin miedo. Es seguro que la nueva pareja de la Casa Blanca se comportará de manera diametralmente distinta de lo que hace el actual inquilino, cuyas mentiras han degradado la política y puesto en pie de guerra a algunas facciones de norteamericanos que creen en las teorías de la conspiración.

Biden ya tomó algunas decisiones. Conformó un equipo científico para hacerle frente a la pandemia, luego de casi 250 mil muertos en Estados Unidos, sin que el gobierno federal adoptara acciones serias y responsables para frenar su expansión.

El electo Presidente, ya advirtió que retomará la agenda Obama en materia ambiental, lo que significa el impulso a fuentes de energía limpia y el regreso al Acuerdo de Paris. Abre la posibilidad de tener unas relaciones más cercanas con América Latina y, sin duda, será un impulsor del cumplimiento de los acuerdos de paz, en lo que se refiere a Colombia.

Volverá el multilateralismo a la agenda norteamericana, tal como confían los gobiernos democráticos y se sembrará esperanza sobre la paz mundial, especialmente en temas como el acuerdo de prohibición de armas nucleares.

Muy seguramente para recobrar la unidad americana, impulsará el dialogo pluripartidista. Se moderarán las políticas migratorias y no se consentirán los abusos de la Policía y de los supremacistas blancos contra negros, latinos y asiáticos.

Biden, que es un político de carrera, hábil en el manejo de crisis y con la experiencia suficiente en tejer alianzas, sabrá calmar las turbulentas aguas que hoy sacuden a Estados Unidos y podrá ser un líder carismático, afectuoso, cercano y responsable, que unirá a los habitantes en torno a grandes proyectos económicos, sociales, científicos y ambientales.

*Estos conceptos no comprometen a la RAP Eje Cafetero, entidad de la cual soy subgerente de planeación regional.