Los
índices de positividad del contagio detectados en las últimas dos semana, hacen
prever que seguirán creciendo, obligando al gobierno nacional a dictar medidas que
buscan reducir el avance del virus, muchas de las cuales están siendo
endurecidas por las autoridades locales y regionales, como sucede en Bogotá,
Medellín, Santa Marta y Barranquilla, y que se están ampliando para cubrir
espacios departamentales en Antioquia, Cundinamarca y Atlántico.
La
gente se desentendió de los riesgos de la Covid 19, ahora con nuevas y más
agresivas cepas y muchas personas mayores se han negado de vacunarse con
peregrinos argumentos, que han sido desmentidos por las autoridades e, incluso,
por los líderes religiosos.
Las
consecuencias inmediatas de la nueva expansión del virus se relacionan con un
aumento de los contagios, una mayor ocupación de las camas de unidades de
cuidados intensivos y el crecimiento de la cantidad de muertes.
Hay
también graves consecuencias para la vida económica y social por el confinamiento parcial o total decretado por
el gobierno. Confinar la población es una medida extrema, pero necesaria, y es
la respuesta institucional a la falta de autocuidado personal. Los efectos de
estas medidas conllevan a que las actividades económicas se paralicen. Los
toques de queda nocturnos ordenados por la Presidencia para ciudades y
departamentos con ocupaciones de UCI superiores al 70%, están afectando
sectores que luchan por recuperarse económicamente como el de los servicios.
Con
el confinamiento obligatorio total que se aplicará en Bogotá este fin de semana
y hasta el martes, la industria, el comercio, la construcción, las ventas
informales, el transporte, entre otros sectores, se verán perjudicados, así
como millones de trabajadores.
El
riesgo que subyace es que el virus se expanda mucho más y obligue al gobierno a
decretar el confinamiento generalizado en gran parte del país. Y aunque nadie
quiere que esto suceda, es una posibilidad que no se puede descartar, como
sucedió en Italia, Francia, Alemania, Bélgica y muchos otros países, que están
viviendo la tercera y/o cuarta ola de contagio de Covid 19.
Un
nuevo encierro será catastrófico para la economía colombiana y para la
convivencia social. No hemos interiorizado como sociedad las destructivas consecuencias
que nos dejó lo ocurrido en 2020, cuando cerraron miles de empresas, perdieron
el empleo millones de ciudadanos y se incrementó como nunca antes la pobreza y
la miseria. ¿Queremos repetir la dosis?
3 comentarios:
De acuerdo total, y el relajamiento es el peor enemigo, ya está la vacuna y!!!!
Humberto maravilloso y verdadero artículo
Lastima la ignorancia e irresponsabilidad del pueblo Colombiano que no han dimensionado la gravedad de la pandemia mundial por falta de disciplina en seguir recomendaciones de bioproteción
Humberto muy acertada tu opinión sin embargo hay que superar el dilema moral entre la vida y la economía Es más que necesario el confinamiento para superar esta crisis a pesar de la ignorancia de nuestro país frente al autocuidado abrazos
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