miércoles, 11 de noviembre de 2020

APLACAR TEMPESTADES Y PROMOVER LA UNIDAD

El mundo asistió asombrado al anuncio de la decisión del presidente Donald Trump de abandonar el Acuerdo de Paris sobre cambio climático. Fue impactante saber que él autorizaba la explotación de hidrocarburos en áreas de protección ambiental. Prestó oídos sordos a las propuestas de frenar la producción de automóviles con motor a gasolina.

Trump no se fue por las ramas y puso a Estados Unidos por fuera de la Organización Mundial de la Salud, en plena pandemia de Covid 19. Acercó a los más fieros contradictores de Estados Unidos y se alejó del multilateralismo y especialmente de Europa. No le dio ninguna importancia a América Latina y se apoderó del BID.

El presidente Trump reniega de los científicos y los militares norteamericanos, promulga el racismo, no cree en los procesos de paz y odia a los migrantes.

A pesar de esta nefasta lista, Trump aumentó en ocho millones de votos su cauda electoral, frente a lo conseguido en 2016. Una situación asombrosa, que demuestra la profunda división social y política que se vive en Estados Unidos.

La llegada de Biden-Harris es asumida por el mundo libre como una esperanza de que será posible vivir sin miedo. Es seguro que la nueva pareja de la Casa Blanca se comportará de manera diametralmente distinta de lo que hace el actual inquilino, cuyas mentiras han degradado la política y puesto en pie de guerra a algunas facciones de norteamericanos que creen en las teorías de la conspiración.

Biden ya tomó algunas decisiones. Conformó un equipo científico para hacerle frente a la pandemia, luego de casi 250 mil muertos en Estados Unidos, sin que el gobierno federal adoptara acciones serias y responsables para frenar su expansión.

El electo Presidente, ya advirtió que retomará la agenda Obama en materia ambiental, lo que significa el impulso a fuentes de energía limpia y el regreso al Acuerdo de Paris. Abre la posibilidad de tener unas relaciones más cercanas con América Latina y, sin duda, será un impulsor del cumplimiento de los acuerdos de paz, en lo que se refiere a Colombia.

Volverá el multilateralismo a la agenda norteamericana, tal como confían los gobiernos democráticos y se sembrará esperanza sobre la paz mundial, especialmente en temas como el acuerdo de prohibición de armas nucleares.

Muy seguramente para recobrar la unidad americana, impulsará el dialogo pluripartidista. Se moderarán las políticas migratorias y no se consentirán los abusos de la Policía y de los supremacistas blancos contra negros, latinos y asiáticos.

Biden, que es un político de carrera, hábil en el manejo de crisis y con la experiencia suficiente en tejer alianzas, sabrá calmar las turbulentas aguas que hoy sacuden a Estados Unidos y podrá ser un líder carismático, afectuoso, cercano y responsable, que unirá a los habitantes en torno a grandes proyectos económicos, sociales, científicos y ambientales.

*Estos conceptos no comprometen a la RAP Eje Cafetero, entidad de la cual soy subgerente de planeación regional.



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