La miopía y el desinterés parecen ser una constante en el proceso de
planeación en Pereira. Y uno de sus reflejos es el desmesurado crecimiento del
corregimiento de Cerritos, sin la presencia activa y responsable del gobierno
municipal, que no ha comprendido las inmensas potencialidades de este sector.
Cerritos es tenido por la Alcaldía y todas sus dependencias, incluyendo las
empresas de servicios públicos básicos, como un sitio en el que viven los
ricos, que no necesitan la intervención del Estado, porque ellos pueden
autogestionarse su desarrollo. Y por esta vía, se desentendieron del
Corregimiento, permitiendo que aumentaran los problemas, al punto de que sus
habitantes están hartos de la displicencia oficial y han empezado a generar un
movimiento separatista, que podría terminar en el impulso de un proyecto para
convertir a Cerritos en un nuevo municipio de Risaralda, aunque a algunos les
parezca utópico.
En Cerritos vive una gran parte de la clase empresarial y dirigente de
Pereira, que ha creado 37 condominios. Son proyectos habitacionales espaciosos,
que les generan a sus propietarios costosas responsabilidades impositivas, especialmente de predial, así
como valores tarifarios por los servicios de energía y aseo, que incluso
superan lo que pagan los más exclusivos sectores de ciudades como Bogotá.
Pero Cerritos es mucho más que alrededor de 1.000 viviendas de estratos
altos. En este corregimiento viven cerca de 3.500 familias de estratos uno a
cuatro, que son castigadas con un inadecuado servicio de energía (hay
suspensiones constantes que duran incluso días cuando ocurren tormentas
eléctricas). No hay una modernización de la red de distribución de energía. No
hay una cobertura total del servicio de gas domiciliario. Las vías de conexión
son atendidas por los propios habitantes, porque la Alcaldía se rehúsa a su
mantenimiento.
La seguridad por parte de las autoridades de Policía es un chiste y el
Alcalde presta oídos sordos ante las preocupantes cifras de atracos y robos que
se denuncian a diario.
Las comunidades más pobres que viven en barrios surgidos de invasiones,
apenas sí reciben algunos de los beneficios de las políticas públicas que
genera el gobierno municipal.
El descuido y la falta de planeación gubernamental hacia este sector es
tal, que no hay un hospital cercano; no existe institucionalidad pública para
atender a los ciudadanos; no hay colegios oficiales; y no hay escenarios
deportivos públicos.
La accidentalidad en la vía troncal que conecta a Pereira con Cartago y La
Virginia, no despierta el interés del Alcalde, quien ha llegado a manifestar
que esa es una vía nacional y, por lo tanto, un problema de Invias. Una
respuesta llena de soberbia que impide construir acuerdos entre el municipio y
la Nación, e incluso los constructores, para encontrar soluciones como puentes
peatonales, puentes vehiculares y anillos viales.
Debido al abandono al que ha sido sometido el corregimiento de Cerritos por
casi todos los gobiernos locales, pero muy especialmente por el actual, se ha
consolidado un modelo de autogestión, a través de la Asociación Viva Cerritos,
cuyos asociados, que viven en los condominios, pagan para recibir un servicio
privado de acueducto, seguridad, iluminación en las vías secundarias y salud.
El resto de la población, debe resistir el desinterés de la Alcaldía.
La falta de visión de las autoridades locales, no les permite dimensionar
las potencialidades urbanísticas y económicas de Cerritos. Este es un eje
sustancial para estructurar el ordenamiento territorial alrededor del
aeropuerto Matecaña y constituir un Hub que ponga a la ciudad en otro nivel.
Pero lo que no ven los funcionarios públicos, lo han captado los
inversionistas privados. Por eso se están instalando zonas francas y centros de
distribución logística. Hay una gran cantidad de vitrinas de automotores. Se
inició la construcción de un gran Hotel. Ya está en funcionamiento un centro
comercial que acaba de ser inaugurado y se suman otros que han venido operando
con éxito. Se anuncia la construcción de otros dos centros comerciales mucho
más grandes. Arranca la construcción de dos clínicas privadas con inversión nacional
y extranjera y se están mirando terrenos para una tercera. Se construyen varias
torres de apartamentos para estratos tres y cuatro. Hay un plan parcial para
construir 2.500 casas en inmediaciones de El Tigre y Galicia. Antes de 2021 llegarán
a vivir cerca de 18.000 nuevas personas que habitarán cerca de 5.000 viviendas.
Todo esto está pasando en Cerritos sin que el Alcalde y sus funcionarios
actúen con diligencia y responsabilidad.
El Foro “Cerritos: el ordenamiento
territorial y el reto de la planeación suburbana” que se realiza este 18 de
julio a instancias de Viva Cerritos en el hotel Sonesta, a partir de las 8
a.m., en el que participarán conferencistas nacionales e internacionales, será
un buen momento para reflexionar sobre este territorio, que podría fracasar en
el intento de convertirse en el mejor lugar para consolidar el desarrollo de
Pereira.
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